2.1.13

Bla bla blues, Sky II





Esto no es un post, porque el poema que me anega el alma, allí se quedara hasta morir ahogado en su propio caudal de palabras monotemáticas, pero no hablare de él y por las dudas, contendré la respiración, no sea que yo me ahogue antes 
Esto no es un post, es mas importante. 
Porque laleatoriedad de la oscilación de la curva del orgullo es igual de impredecible que el vuelo de la mariposa, y por eso merece un espacio en el Congreso sobre La Química desleal, en Banchuria. 
El problema de la reciprocidad cuando La Química desleal actúa en seres vivos, puede reflejarse en la relación de mi hermana con Macondo, su perro fiel.
¿Como pudo sucederme a mi? cantaba el cantor cuando, seguramente, también lo pensó Macondo que, acostumbrado a mimar a mi hermana cuando está enojada, tuvo que dormir en el balcón cuando le tocó a él tener su primer berrinche. 
Por esto y mucho más es que necesito calcular la alta concentración de idiotismo inserto en el amor cuando tiende a infinito, para lograr el ángulo exacto de apoyo del pie de la equilibrista parada sobre el fino hilo de ganas ¡y necesito averiguarlo urgente! antes que un desequilibrio lleve a la pobre amante de las cornisas, a pique hasta el fondo del mar o ¡lo que es peor! hasta algún rincón lejano donde morirá de amor. El mismo rincón donde una niña llora porque el viento revolcó su barrilete y el cruel árbol lo asesinó de muerte y nadie los juzgara siquiera. 
Esa misma niña dudará cuando empresarios "vampiros" quieran talar un árbol y unos ecologistas "justicieros" convoquen un abrazo fraternal al gigante oxigenante.
¡Ay, la relatividad de las intenciones!
El mismo árbol que la ayuda a vivir, la pone a llorar ¿y que saben los ecologistas dónde hay más oxígeno para ella? ¿y si un poema le da mas oxigeno que un árbol?  ¿y si un poeta escribe un poema como bala en la yugular de mi suicida? 
No era la intención del poeta
No era la intención del árbol pero

Necesito una tijera para cortar un hueco.



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