Sin poder doblarme, ni volar, ni hundirme, ni llorar
abrasé cada poema dibujado por mi mano muerta:
los de los tiempos de la búsqueda del amor
los del encuentro y las interacciones con el amor
los de la pérdida del amor
los de la muerte del amor
los que esbocé cuando me di cuenta que el amor no muere, muta
y las hojas en blanco, que me aterran
abrasé cada poema dibujado por mi mano muerta:
los de los tiempos de la búsqueda del amor
los del encuentro y las interacciones con el amor
los de la pérdida del amor
los de la muerte del amor
los que esbocé cuando me di cuenta que el amor no muere, muta
y las hojas en blanco, que me aterran
Si.
ResponderEliminarMuta.
Y se convierte en Nada.
Besos muertos.
esa mano "muerta" salva el terror y hace de las hojas en blanco belleza escrita...
ResponderEliminarbeso,
la muerte negra como el carbón que abrasa
ResponderEliminarMuta todo, y nunca sé qué tan bueno es eso...
ResponderEliminarDigo, hay lugares en los que no quisiera estar...
ResponderEliminarEso es el amor cuando se acaba, una mutación aberrante.
ResponderEliminarMe gustó el texto.