Aquella piel plegada en pájaro
aquella que voló
era la piel encendida
y un corazón azul
enorme mundo inhabitado
vigila su nido
Eran de labios
las alas de aquella piel
y en el azul
en vez de besar escribo
que no se si soy el ave
o la herida del ave
que en el insomnio
canta el nombre de su sangre
aquella que voló
era la piel encendida
y un corazón azul
enorme mundo inhabitado
vigila su nido
Eran de labios
las alas de aquella piel
y en el azul
en vez de besar escribo
que no se si soy el ave
o la herida del ave
que en el insomnio
canta el nombre de su sangre
Me gusta mucho el poema.
ResponderEliminarLo leo y lo releo.
Y entre sus metáforas me siento bien.
Besos.
Gracias! Me alegra que te guste, y que te sientas bien. Gracias (si, otra vez) por estar siempre.
EliminarBeso!!
En azul escrito queda,
ResponderEliminarpalabras que en rojo
obligan a pensar
otra vez.
Besos.
Cierto. El color de la palabra determina su trayecto.
EliminarGracias Alfred por tu visita!
Abrazo
Hola,gracias por tu visita.
ResponderEliminarA mí también me ha gustado el poema.
Ese final es conmovedor.
Buen año!
Nos vemos,un saludo.
Hola! Gracias por pasar y comentar ☺
EliminarMe alegra que te haya gustado el poema
Abrazo!