y olvidé la clave del cajero.
Bandadas de loros y palomas
callejeras dejaban caer
plumas sobre la ropa de los transeúntes,
pensé si serían del culo.
El aire olía a lluvia. No. Regaban la plaza.
Bandadas de loros y palomas
callejeras dejaban caer
plumas sobre la ropa de los transeúntes,
pensé si serían del culo.
El aire olía a lluvia. No. Regaban la plaza.