El azul profundo de esta noche
no tiene estrellas ni luna
tiene miles de rosas
rojas como heridas
punzantes de amor.
Pero los santos no lloran
Los santos aprietan los dientes
y cantan entrelazados
y cada nueva herida
son dos labios
que se suman al coro que nunca callará.
Horas antes que llegue esta noche
estaré caminando por las paredes