¿Cuál es el designio de mis manos?
Si el está lejos, yo tengo, pero no tengo manos.
Me condena a la ceguera, el que no tiene cuerpo.
Me cierran los ojos como a un muerto
los dedos delicados de la ausencia
Sobre su boca late mi corazón y solo en ella
Tiemblo en la escarcha, distante y corroída
me reseco en el frío que extrae
de mis venas
los últimos residuos de calor
La piel se engrosa, se amorata
y espera.
¿Cuanto?
Si pudiera morir…
Cada día me mato
me mato de mil modos
Clavo en mi pecho
hundo y remuevo
recuerdos como filos
fríos y oxidados
dibujos en mi frente
de cuando la vida
de cuando la vida
era en sus labios.
Mas no muero
Y aunque intento no llorar
nada brota
nada aflora
nada muere.
Porque no vivo
Porque solo sobre sus labios...
... solo en ellos