27.6.12
25.6.12
El olvidado
Me trajo un ramo de dientes de león* que sobrevivió hasta el primer viento; y agarró con ambas manos el ala de su sombrero, lo calzó en su cabeza y lo encajó hasta sus pies para desaparecer sin usar la puerta.
*Dientes de león
Fotografía: La genia de Sally Mann, http://sallymann.com/
-El poeta no volverá como las oscuras golondrinas- murmuró mi abuela desde lejos creyendo que no la escuchaba.
-¿Qué importa? mi casa no tiene balcones- repliqué mientras barría hacia la calle, las cenizas que aquel hombre dejó bajo el sombrero.
Jamás diré que lo espero.
Aquieté mi lengua hasta dormirla
y solo entonces abrí las ventanas para dejar pasar el viento.
*Dientes de león
Fotografía: La genia de Sally Mann, http://sallymann.com/
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