17.10.12

extravíos

Tengo cinco años. La abuela Francis sostiene mi mano. Me lleva al colegio y no hablamos, me besa en la puerta. Entro. Sé que ella estará afuera por si siento ganas de llorar. Lloro. Ella lo sabe. Nos vamos a casa.
Despierto de la siesta. La puerta, es Cayetano. Reviso los bolsillos de su saco y encuentro chocolates, siempre tiene chocolates en los bolsillos del saco.
Mamá regresa del trabajo. Me extraña. Pongo un disco y bailo. Anochece y sé, papá llegará. Cenaremos juntos. La mesa es larga. 
No muere solo la gente. Mueren sabores. Mueren. Olores. Tibieza. Muero de a poco.
Necesito. Esa nena. Ella tiene algo que no encuentro. La bailarina de las botas de lluvia. La del pelo suelto. 




Fotografía: Vladimir Clavijo (Telepnev)